¿Cuál es la temperatura idónea del vino?

Para disfrutar de un buen caldo de uva, es recomendable conocer cuál es la temperatura idónea del vino a la que deberá consumirse. Ya que de no hacerlo así, el sabor de esta bebida puede alterarse mucho.

¿Cómo podemos saber cuál es la temperatura idónea del vino?

Existen muchas formas para saber cuál es la temperatura idónea del vino sin la necesidad de llevar siempre un termómetro encima. Te descubrimos cómo a continuación.

1 Ojo con el tiempo

La temperatura idónea del vino dependerá mucho del tipo de vino. Cada uno de ellos requiere que se sirva a la temperatura ideal. Para conseguirlo, hay que tener en cuenta el tiempo que el vino necesitará para enfriarse si está caliente de más, o para templarse en el caso de que esté muy frío.

El vino no debe meterse en la nevera, pero en el caso de hacerlo nunca se tendría que sacar la botella de éste y servirla directamente.

Para llegar a la temperatura idónea del vino, éste necesite adaptarse a los cambios de luz y temperatura de su nuevo hogar. Por lo que tampoco aconsejamos abrir una botella el mismo día que se compre.

2 Nunca servir el vino demasiado frío

Un vino más frío de la cuenta pierde muchos aromas, ya que la baja temperatura hace que los componentes volátiles no se liberen. Y por tanto, si el vino está frío, tendrá menos sabor.

El motivo por el que la temperatura idónea del vino blanco es más baja, es porque el frío ayuda a suavizar su acidez.

3 ¿Es bueno beber vino a temperatura ambiente?

Esto dependerá de la estación del año, y del frío o calor que haga en la estancia. En el caso de que la temperatura ambiente sea muy elevada, el sabor del alcohol y la acidez del vino se potenciará, por lo que el sabor del vino cambiará.

A partir de los 12 ºC, el vino potencia sus componentes aromáticos. De ahí que los vinos tintos, que son menos ácidos y con más complejidad aromática, se sirvan no demasiado fríos. Sólo de esta forma podrán disfrutarse por completo sus aromas.

Si estamos en verano, o hace mucho calor por la calefacción o la chimenea, puede ser adecuado enfriarlo unos minutos en un agua y hielo. En cambio, nunca deberá calentarse. Su temperatura ideal está entre los 12 y los 18 grados.

4 Nunca se debe utilizar el congelador para conseguir la temperatura idónea del vino

Para enfriar algunos tipos de vinos blancos y rosados, no es adecuado someterlos a cambios bruscos de temperatura. Por eso, mejor evitar el congelador.

Lo mejor para enfriar el vino es colocar la botella en una cubeta llena de agua con hielo. Además, es la opción más práctica, ya que este método consigue bajar la temperatura del vino en más de 10 ºC en menos de quince minutos, mientras que en la nevera se necesitarían unas dos o tres horas.

La temperatura perfecta para cada tipo de vino

Como decíamos al principio de este artículo cada tipo de vino debe servirse a una temperatura concreta.

¿Cuál es la temperatura idónea del vino blanco?

Cuanto más azúcar contenga un vino, más frío deberá servirse. De igual modo ocurre con los vinos con una acidez mayor y aquellos con más alcohol, que también se recomienda beberlos a una temperatura un poco más baja.

En cambio los vinos poco aromáticos, mejor servirlos a temperaturas más altas.

  • Cavas y espumosos 6º – 8º C
  • Blancos jóvenes, finos, manzanillas 7º – 10º C
  • Blancos de crianza, añejos 9º – 12º C
  • Claretes y rosados 10º – 12º C

¿A qué temperatura se debe consumir el vino tinto?

La temperatura idónea del vino tinto joven es ligeramente baja para impedir que denoten demasiado las sensaciones alcohólicas. En cambio, los tintos con más cuerpo, no es recomendable consumirlos a menos de 12°C, porque tenderían a una frescura y ligereza que no se suele desear. Y tampoco por encima de 15°C, ya que en estos casos resaltarían demasiado su cuerpo.

En el caso de los tintos añejos, si se sirven por debajo de los 16°C, seguramente no mostrarán sus aromas terciarios; y si se sirven por encima de 18°C el sabor de su alcohol pasaría a estar en primer plano, dejando de lado sus complejos matices, sabores y aromas.

  • Tintos jóvenes 15º – 16º C
  • Tintos de crianza 16º – 17º C
  • Tintos reserva y gran reserva 17º – 18º C
  • Dulces 7º – 9º C

 

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