El color del vino es una forma más que interesante de conocer su edad y evolución. Prestando atención a su tono, es posible saber si un vino es joven, maduro, está en el mejor momento para ser consumido o todo lo contrario.
Para examinar nuestra copa deberemos llenarla un tercio e inclinarla 45 grados, a ser posible sobre una superficie blanca y luminosa para apreciar mejor los colores. De esta forma podremos encontrar hasta cinco variedades de los colores básicos.
Colores del vino tinto
Los vinos tintos pueden presentar colores que van desde el teja hasta el violín. A medida que este vino va envejeciendo, los vinos tintos van perdiendo su color, es decir, se van aclarando. Por otra parte, cuanto más oscuro sea el vino, mayor madurez tendrá. No obstante, no podemos olvidar que cada variedad tiene una coloración particular.
– El vino púrpura con reflejos violetas es característico de vinos jóvenes e inmaduros.
– El granate suele ser el color de productos de dos o tres años.
– El color caoba corresponde a vinos muy oxidados o de edad considerable, ya que este color suele deberse a la presencia de taninos, sustancias de la piel de la uva que aportan estructura y color.
– El rojo señala que el producto está en su mejor nivel, en el momento óptimo para su consumo.
– Los vinos de colores teja indican evolución o declive en el caso de que el tono esté decolorado. Se trata de un tono positivo en vinos de larga guarda.
Variedad de colores en vinos blancos
Lo normal es que en el caso de los vinos blancos, conforme van envejeciendo se van oscureciendo. Estos productos pueden ir desde tonos pajizos hasta los ámbar.
– Los vinos amarillos verdosos denotan juventud del producto.
– El amarillo paja es el tono más habitual del vino blanco, especialmente de aquellos menos dulces. Es también el color de la inmadurez.
– En cambio, el amarillo dorado es frecuente en variedades más dulces o blancos secos evolucionados.
– El oro es el tono que caracteriza a vinos muy dulces o en el caso de los secos, habla de una evolución en botella considerable.
– El ocre es un color habitual en vinos maderizados u oxidadados, con mucha evolución. También puede indicar que el vino está muerto.
El color en el vino azul
A diferencia de los vinos anteriores, el color del vino azul rompe los esquemas y pasa a hablarnos de la elaboración de éste y el uso de las nuevas tecnologías.
Los vinos de color azul tienen como origen vinos blancos y frescos, con aromas frutales. En estos productos, el color se consigue a partir de las antocianinas, que se hayan en los hollejos de las uvas tintas. Aunque también está presente en frutas como las moras, arándanos o las ciruelas.
Para obtener el vino azul se mezcla el blanco con la pigmentación de la uva tinta o se maceran con los hollejos y frutas. También existen casos en los que el color azul se regula añadiendo un pigmento químico, la indigocina (código E-132).