Las formas de hacer turismo y de viajar están cambiando. Las personas ya no sólo buscamos visitar nuevos lugares, ver las zonas más emblemáticas y volver al hotel. Ahora buscamos experiencias, conocer a fondo el espíritu de las distintas culturas, la procedencia de sus productos estrella, sus gentes. Nos gusta experimentar cosas nuevas, aprender… Por todos estos motivos el turismo enológico o enoturismo cada vez cuenta con más adeptos en Europa, y especialmente en España.
Según datos del décimo informe anual sobre las visitas a bodegas y museos del vino que elabora la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), y que permite conocer y estudiar los hábitos e intereses del turismo enológico, consta un incremento en el número de visitantes que se registraron en bodegas y museos enológicos.
La cifra total asciende a 3.213.267 visitas a lo largo del 2017, lo que supone un incremento respecto al año anterior del 18,23%. Respecto al impacto económico y al gasto medio por visitante, el resultado de este estudio indica que el volumen de negocio producido asciende a 67.191.579 de euros, un 23,89% más respecto a la cifra recabada en 2016.
¿Qué es el enoturismo?
Entendemos por enoturismo o turismo enológico aquel en el que el vino es la parte esencial de la propuesta. A esta experiencia se suman la cultura del vino, su arquitectura, el paisaje propio del vino y el vino en sí como producto.
Además, se trata de una actividad muy ligada al turismo gastronómico, por lo que al unir ambas es posible descubrir a fondo la gastronomía local de cada zona. Al fin y al cabo no es más que el gusto por las cosas buenas que nos ofrece la tierra.
Dependiendo de la zona, también se asocia con el turismo cultural dependiendo del carácter histórico o artístico de la industria vinícola en la zona como patrimonio industrial.
El enoturismo permite a las bodegas promocionar el origen de sus productos, ofrecer catas de vino o contar con una tienda para vender directamente al consumidor.
¿Por qué hacer turismo enológico?
¿Aún no te han entrado ganas de reservar este fin de semana para visitar una bodega de tu zona y disfrutar de todos los encantos de este tipo de turismo? Te damos cuatro motivos para hacerlo.
1 Se entra en contacto con la naturaleza de una manera especial y diferente
Para los amantes de la naturaleza, el turismo enológico ofrece una alternativa muy llamativa de descubrir los viñedos y los parajes naturales donde éstos se siembren para dar sus mejores frutos.
Bodegas Perfer tiene la peculiaridad de encontrarse en pleno desierto de Almería, en un paraje único que todo amante del vino y de la naturaleza debería conocer.
Concretamente nos encontramos en Paraje el Marchal, en Uleila del Campo (Almería).
2 Conocer el origen del vino
Los apasionados del vino no pueden perderse la oportunidad de conocer el origen de este producto tan especial, así como la delicadeza con la que es elaborado.
Para conocer algo no hay nada como viajar a sus orígenes y conocerlos en primera persona, y es precisamente esto lo que hace posible el enoturismo.
3 Apoyar el turismo rural
Según la Organización Mundial de Turismo (OMT), el desarrollo del enoturismo en zonas rurales crea nuevas oportunidades de empleo, ya que requerirá capital humano cualificado en nuevas tecnologías y sostenibilidad, así como en habilidades sociales y divulgación.
Es por tanto el turismo enológico una forma de dar vida y economía a los pequeños pueblos que hacen de España un lugar tan único y especial y que a menudo tendemos a olvidar.
4 Disfrutar con tu pareja, amigos o familiares de una manera diferente
Visitar una bodega es una experiencia ideal para vivir con las personas que más queremos, como pueden ser nuestra pareja, o nuestros familiares y amigos.
Se trata de una manera diferente de salir de la rutina y experimentar cosas nuevas.
En Bodegas Perfer, en nuestra búsqueda de mejorar cada día como entidad, buscamos que nuestro cliente se convierta en parte de la empresa y pueda ver desde dentro como trabajamos y sobre todo el cariño que nuestros trabajadores le ponen a la elaboración de nuestros productos.
Por ello nuestra empresa abre las puertas de las bodegas al público para que se cree una conexión entre producto, trabajadores y cliente que haga más especial el significado del vino que elaboramos. Queremos que nuestras bodegas sean un lugar de encuentro, de vivir sensaciones y de poder disfrutar de la elaboración del vino.
En Bodegas Perfer es posible conocer, sentir, descubrir y sobre todo celebrar. No dude en ningún momento de contar con nuestros servicios ya que las bodegas tiene las puertas abiertas para sus clientes.