Ventajas e inconvenientes de los tapones de vino más utilizados

Los tapones de vino tienen la importante función de proteger esta bebida de cualquier agente externo hasta su consumo. Pero de la elección de un tipo de material u otro en el tapón dependerán otros factores, por ejemplo, algunos de ellos forman parte del proceso de maduración del vino en la botella, ya que el vino es un elemento vivo que sigue evolucionando una vez cerrado.

Tapones de cristal

Empezando por los tapones de vino menos comunes, los tapones de cristal o ‘vino-lok’ tienen la peculiaridad de ofrecer un producto diferente que da la sensación de ser ‘premium’. Al estar fabricado con vidrio puro, el tapón es totalmente neutral al sabor final del vino. Además, tienen la ventaja de ser reciclables.

Sin embargo, no existen grandes conocimientos sobre su resultado en vinos que envejecen en botella y tienen un precio muy elevado para el fabricante.

Pueden encontrarse en vinos jóvenes de Alemania, Austria, Suiza y Australia.

Tapón Zork

Creación de la empresa australiana del mismo nombre, los tapones Zork para vinos se crearon con el objetivo de trasladar la cultura del abrefácil al mundo del vino. Fue diseñado para resolver los problemas de oxidación y teñido del corcho. Este tapón tiene la peculiaridad de poder ser extraído con la mano, tan solo se requiere remover la presilla para romper el sello y tirar del tapón, pero sin perder el característico sonido que hace el corcho al extraerse. Según sus creadores, este tapón puede volver a sellar el vino una vez abierto, así como conservar a la perfección la integridad del líquido. Estos conservar el vino de 4 a 5 años y permite su reciclables.

Como inconvenientes, no supone una garantía total contra la TCA y su estética puede no ser adecuada para cierres de vinos. No es posible utilizarse en botellas de cierre de rosca o Champagne, aunque sí en espumosos y vinos de medida estándar.

Lo encontramos principalmente en espumosos de grandes superficies como Reino Unido, Australia y Estados Unidos.

Tapón de rosca

Los vinos que incorporan tapones de rosca suelen encontrarse en zonas con poca tradición vinícola como los países de Europa del Norte.

Sus principales ventajas son su practicidad y buen precio. Los tapones de rosca fabricados en aluminio tienen distintos tipos de revestimientos, lo que permite que se otorguen a los vinos diferentes niveles de transferencia de oxígeno. Además, este tipo de tapones preservan los aromas frutales de los vinos. Algunos de estos hacen posible una evolución mayor, a 6 y 12 meses desde el embotellado.

Pero no todo son ventajas, los tapones de vino de rosca no permiten la maduración del vino en la botella y desaparecen con ellos los rituales del descorche. Además, pueden darse casos de TCA y problemas de sufatación.

Son más habituales en vinos blancos aromáticos, principalmente en caldos que proceden de Australia, Nueva Zelanda, Chile o Sudáfrica.

Tapones sintéticos

Los tapones de vino sintéticos parecen ser la solución definitiva para los problemas que originan la TCA. Son tapones compuestos por elastómeros termoplásticos o siliconas.

Estos son más baratos que la mayoría de alternativas y tienen la ventaja de que los vinos no se vean afectados por el hongo TCA. Además, permiten diseños muy variados y llamativos, algunos incluso imitan el corcho.

Por otra parte, un tapón sintético proporcionará a los vinos un sellado menos eficaz contra la entrada de oxígeno, por lo que terminarán cediendo con el tiempo. No son aptos para vinos de almacenamiento a largo plazo. Además, pueden producir olores químicos y generan CO2 en su producción, ya que no son ecológicos.

Suelen encontrarse en vinos jóvenes de consumo rápido y precio accesible.

Tapón de corcho

Llegamos a la joya de la corona. El corcho supone aún hoy en día cerca del 80% de la producción mundial de cierres para embotellado de vino. Estos tapones proceden de la corteza del alcornoque, siendo su primer productor mundial Portugal, seguido de España.

Sus ventajas son múltiples, destacando una adecuada conservación y evolución del vino dentro de la botella. No existe ningún otro producto natural ni sintético con estas cualidades. Además de influir en la vinificación, aporta aromas propios al vino, textura y color. Su extracción, sostenible y rentable, supone una garantía de conservación del alcornocal. Además, son perfectos para reciclar y crear todo tipo de objetos.

Estos apones se encuentran en vinos de todo tipo, aunque son esenciales en aquellos que requieren envejecer y evolucionar en botella. Es decir, en vinos “Ultra Premium”,  “Súper Premium”, “Premium” y “Popular Premium”. En los “Basic”, aquellos con precios inferiores a 5 euros/botella, podemos encontrar tapones alternativos de corcho, colmatados, aglomerados y técnicos.

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