Bodega Perfer
Referente en la industria vinícola de Almería
Para conseguir una buena calidad en el vino hay que empezar por una buena calidad de uva, por ello se le da una gran importancia a la viticultura. La bodega cuentan con 42 Ha cultivadas de las variedades autorizadas Tempranillo, Merlot, Garnacha y Cabernet Sauvignon con un marco de plantación de 2,25 x 1,50.
Están conducidas en espaldera en cordón doble con una carga por cepa de 2,5 kg. Para conseguir esta carga de racimos en fechas próximas al envero se realiza un aclareo, dejando los mejores racimos distribuidos homogéneamente por la cepa y se despuntan los pámpanos para que la sabia se emplee en madurarlos en vez de en crecimiento vegetativo.
Si no se realiza el aclareo en esta época, puede influir en el ciclo vegetativo de la planta aumentando el vigor para el próximo año o favoreciéndose el crecimiento excesivo de las bayas conduciendo a un fenómeno de dilución del color. Es conveniente que tengan la suficiente masa foliar alrededor del racimo para que proteja los racimos de los golpes de calor del medio día que se dan en este clima.
La baja pluviometría hace necesario el uso de riego por goteo, correctamente programado para evitar excesos de agua y favorecer la correcta maduración del fruto.
A partir del envero, que varia dependiendo de la variedad, se realiza un seguimiento semanal de la maduración hasta fechas próximas a la vendimia en las que este seguimiento es más continuo. En esta zona, debido a la altitud y a las condiciones climáticas, la brotación se produce un mes antes respecto a otras regiones. La vendimia se realiza en el mes de septiembre.
La vendimia es manual, cogiendo solamente los racimos que están en perfectas condiciones fitosanitarias y de maduración. y transportándose en cajas de 10 kg a la bodega donde seguidamente se hace una selección manualmente de los mejores racimos antes de pasar a la molturacion.
Gracias a estos seguimientos de la vid en el campo tenemos una excelente materia prima para realizar el vino. Nuestros vinos fermentan por separado en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada de aproximadamente 28ºC, seguida de una maceración con los hollejos de unos 25 días. Tras esto se realiza la fermentación carbónica maloláctica.
Para finalizar el proceso se pasan los vinos destinados a crianza directamente a barrica de roble francés y americano, seguidamente se realizan los coupages de los distintos vinos y finalmente se embotella.